EL CRÍTICO: EL FANATISMO EXTREMO
Esta semana como todas tengo un rol que hacer y esta semana me ha tocado el de el crítico, por tanto hoy voy ha hacer una crítica que nunca había pensado hasta hace unos días cuando vi el documental que ha sacado hace poco HBO.
Este documental titulado LEAVING NEVERLAND cuenta la historia vivida por dos chicos que sufrieron abusos sexuales de una de las estrellas de la música más importantes de todos los tiempos, Michael Jackson. Este documental cuanta toda la historia de como este hombre llego a conocer las familias de estos chicos y como los embaucaba para poco a poco acercarse a ellos hasta acabar manteniendo relaciones sexuales, es importante decir que en ninguna de estas relaciones sexuales se llego a la penetración, en el documental ambos chicos cuentan que en ningún momento son forzados a mantener dichas relaciones sexuales, ellos cuentan que al ser niños pequeños unos 10 años en el momento que sucedió tenían a Michael Jackson como un Dios y que practicaban estos actos sexuales con el solo por complacerlo, incluso llegando a decir que sentían haber estado enamorados de él.
Mi crítica es justo a este tipo de fanatismo, ese fanatismo extremo que hace que algunos niños o adolescentes quieran parecerse a sus ídolos, ya sea en apariencia física o en la actitud con la que actúan estos aunque este problema no solo es de adolescentes y niños ya que también puede verse en adultos aunque con menos frecuencia, ese tipo de fanatismo el cual ha hecho que que personas se sometan a cientos de operaciones para parecerse a sus ídolos o lleguen hasta tal extremo de matar a la persona que les contradiga como en casos deportivos o religiosos o en el de asesinar al ídolo en cuestión como el caso de Jhon Lennon entre otros muchos casos de este fanatismo obsesivo.
En mi opinión hay que saber diferenciar y tener muy claro la situaciones en las que se tiene admiración por alguien, hay que tener muy claro los roles y mantener un status quo. Quizás el ejemplo de Michael Jackson no sea un buen ejemplo ya que fue él quien manipuló a esos niños, hasta hacerlos sentir amor que el no sentía, pero en el resto de los casos que son la mayoría la admiración o el fanatismo que estos sienten llegan a unos niveles de obsesión y que por desgracia con el aumento del uso de redes sociales y con la expansión de Internet hace que estos tipos de casos pasen con una frecuencia preocupante.
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